La obra de Fernando Bocanegra es una inmersión en la psique, un espacio donde la imagen trasciende el mero registro para convertirse en vehículo de desahogo emocional y autodescubrimiento.
Forjado en la efervescencia de la moda y la vida nocturna de los años noventa y dos mil, desarrolló una sensibilidad aguda para captar la esencia cruda de la emoción humana, despojándola de artificios para revelar su verdad más íntima.
A lo largo de su trayectoria, Bocanegra ha expandido los límites de la fotografía hacia un territorio más experiencial, incorporando instalación, cajas de luz y otros formatos que le permiten materializar sus indagaciones internas. En este proceso emergen personajes y atmósferas silenciosas, íntimas y solitarias, concebidas como proyecciones de una profunda introspección.
Hoy, su práctica se articula bajo el concepto de Narrativa Introspectiva, donde la palabra y la imagen dialogan para construir relatos emocionales que habitan entre la memoria y la transformación.
Cada texto, cada fotografía, se convierte en un acto de reconocimiento: una invitación a confrontar la vulnerabilidad, a explorar los matices de la experiencia humana y a encontrar en la introspección una forma de libertad.
Su obra, en esencia, propone un viaje interior.
Un espacio donde mirar hacia adentro es también una manera de ver el mundo.